lunes, 8 de octubre de 2007

tierra, libertad y amor


Me tenía tomado de la solapa, arrinconado contra la pared, estaba enardecido pidiéndome explicaciones, yo le dije lo primero que me vino a la cabeza

- Perdón, pero “la novia” es de quien la trabaja-

Se lo quedó pensándolo unos segundos y después me pegó una piña de esas que te hacen acordar que tenés cara. Me dejó sangrando, tirado a media cuadra del obelisco y se fue.
Históricamente he tenido este tipo de inconvenientes con el capitalismo.

3 comentarios:

Cecilia dijo...

Serás recompensado, militante mutante, amante errante, la revolución te espera con un tecito y una novia, no te preocupes.

santha dijo...

la revolucion no son las novias, las novias son el capitalismo, la revolucion es el amor

santha dijo...

ponele...