lunes, 22 de octubre de 2007

Ridiculo


En definitiva, le dije, no le temo a la muerte en si, a lo que verdaderamente le temo es a una muerte ridícula. Asomarme a escupir por un balcón y caer al vacío, electrocutarme con el cable pelado del velador mientras me masturbo, ser devorado por un animal salvaje en el bosque por acercarme a cagar justo frente a su guarida, envenenar mi comida por error con un producto de limpieza, no se, cosas por el estilo... el caso es que no le temo a la muerte en si, sino a una muerte ridícula, existe un personaje de ficción que dividió al mundo en un antes y un después de si mismo y del que muchos aseguran que resucitó de entre los muertos, eso es una esperanza: se puede llegar a volver de la muerte, ahora bien, del ridículo puedo asegurarte que no se vuelve nunca.

3 comentarios:

tsukinota dijo...

me colgue leyendo tu blog, pasa cuando quieras por el mio y no te preocupes por la extension que hagas.
creo que no debe haber nada peor que recordar una muerte por lo bizarra que fue.
igual no solo pienso en cosas ridiculas, me acuerdo de un accidente de avion que hubo hace un tiempo y los pasajeros que sobrevivieron quedaron flotando en el agua (habian caido en un oceano creo) y cuando los rescata el helicoptero de rescate, se termina estrolando varios metros despues y ahi sí, fallecieron todos.
y pobres pibes pero yo en realidad me quedo ensando en la mala suerte que tenian y hasta me da un poquito de gracia.

La Flor de la Mafia dijo...

ESTAS SEGURO QUE DE AHI NO SE VUELVE?(del ridiculo)MIRA QUE muchos no solo volvieron sino que llegaron con mas plata!

oferta dijo...

Yo no estoy tan seguro que morir envenenado por un producto de limpieza sea tan ridículo; es más, creo que es hasta uno de los atractivos de ciertos productos.

Por ejemplo, si te fijás bien, en el envase de Procenex Aromas Marinos dice que puede utilizarse diluido para limpieza diaria, puro para limpieza profunda o inyectable para morir como poeta.