martes, 22 de enero de 2013

EL PECESITO


Cada uno hace lo que puede con la soledad
algunos la lloran a cántaros 
otros la saborean hasta la última miga.
Yo, a fuerza de cachetazos 
aprendí a masticar la angustia en silencio
a maquillar la espera con movimiento,
corriendo diez kilómetros un día
y diez otro,
yendo del bar al trabajo
de cortar el pasto a un cumpleaños,
de empujar el auto de alguien que se quedó en la avenida
a barrer la cocina, a desordenar el cuarto, a terminar otro libro
a pifiar goles en los picados.
De ser tragado por un vagón a ser escupido por otro.
y en todo vos
como un mar tranquilo que me cubre todo sin ahogarme
con ese abrazo inmenso que no dejabas de darme 
la última vez,
en el que pude sentir tu corazón,
debatiendose como un pecesito.
Con ese beso puente que tendiste
con tus ojos que lloraron
con los míos que también.