asociacion perpetua

Por la gratuidad amarga de la asociación libre se había ido de allí. Ahora su mente se remontaba a la infancia con su pasado de barriletes a cuestas, y en el polvo del campito entalcando los pies.
- Pan, Queso, Pan, queso-, a él casi siempre lo elegían último, o penúltimo, eso dependía que al Gordo Leuman, lo dejaran salir a jugar o no. Pobre gordo, la vieja le pegaba por todo y encima delante de ellos. Los niños nunca se burlaban cuando a uno le pegaban sus padres, se podía joder con todo, menos con eso, hasta la crueldad de los niños tiene ciertos códigos: frente al universo de los adultos todos eran iguales, seres golpeados.
Ese día: último otra vez, ahora le tocaba jugar de defensor, y estaba dispuesto a no hacer el ridículo nunca más. Al incio del juego Ramón lo encaró para pasarlo pero él estirándose rústicamente pudo sacar la pelota al lateral que daba a la zanja, arrancando de un compañero un “ Bien Colo, así, así”. Cuando la pelota volvió de la zanja y se puso en juego fue a parar a los pies de “ El bocha”, este amagó a uno muy rápidamente y después encaró para su posición, pisó la pelota y cuando él se estiró para sacársela se la hizo pasar entre las piernas –ooole!!- Repuesto de la humillación arremetió otra vez contra el rival, pero esté con la misma soltura y simpleza le hizo un caño, - oooole!!- cuando el Bocha se debatía entre tirar un tercer caño o encarar al arco, fue brutalmente cortado en seco por una patada a la altura de la canilla derecha
-eeeeeh!!! Hijo de puta!!! – La piñas no se hicieron esperar, pero ese juego era uno que el tenia mejor dominado y era por el cual nadie podia negarse a que jugara en el campito.
Todo cubierto de polvo se veia en el pasado volviendo a casa triufante, Mamá estaba como siempre en el piletón de la entrada:
- Mirá como estás lleno de polvo, mira las mangas llenas de sangre, cuando vas a venir limpio a casa ?!!, cuando vas a aprender?, sos una vergüenza así todo sucio! que vana decir las vecinas de mi si te ven llegar asi!!. ¿ que van a decir?, Van a decir que tu madre es una roñosa, que deja que el hijo ande así-
Ahora las palabras de la madre se mezclaban con la voz firme del fiscal:
-Aquí la prueba C: La camisa del acusado con manchas de sangre de la victima...
Mamá estaba en el juicio sabiéndolo todo, Mamá a dos butacas de distacia, podía sentir la su mirada perforándole la nuca.