yo vivo en una ciudaaaaaaaa...

Buenos Aires huele a naranja podrida, rancia,
Y frente al sol pálido, se ve como una puta de rimel corrido
después de habérsela chupado al decimoquinto tipo.
Buenos Aires me devuelve sin leer
los pedidos de hábeas corpus
que hago para llenar mi cama
durante los doce meses de invierno
y me lanza con pájaros cantores de madrugada
cuando ebrio, no puedo pegarme ni un ojo ni un tiro.
Con Buenos Aires ya nos desenhebramos hace rato,
pero nos llevamos bastante bien.
Buenos Aires es una ciudad mala leche,
pero a diferencia del mala leche de Dios
tiene menos recursos para hacer daño
y por cada mala me tira un amigo.
un bar, un vicio, una maquina de escribir cargada.
Buenos Aires pasa sin tocar,
y al que toca toca, la suerte es loca
Yo soy un cólico renal para ella,
y le duelo a cualquier hora, y me putea...
me dejo putear, porque Buenos Aires odia
a los taxistas,
a la policía
a los gobiernos,
lo se porque me lo dijo en un cordón de la vereda
mientras vomitaba,
Buenos Aires alcantarillas abajo
no es muy distinta a mi venas adentro
-Pi pi pi pipipipipipipipipi!!!-
Suena el despertador y ya estoy despierto
Buenos aires:
-los que van a morir por ti te saludan –