Una de pelados

La noche nos había caído ensima, como un gato en la espalda, pero la ibamos dejando en el camino rotondas atrás con el auto. Veníamos locos, nos habían visto locos en todas partes, en el supermercado sobretodo, pero estabamos de vuelta despues de tanto venir e irnos...

Yo le estaba largando mi rumbita triste de pedo melanco esquivando los controles policiales, andando a puntitas de goma, para ser una sombra más, yo largaba mis tanguitos diarios confeccionados a mano, dando consejos, siempre aconsejando. A veces tengo la estúpida idea de que el fracaso te da chapa, que el fracaso es un lugar que te enseña mucho, mucho, cosas que le pueden servir a la gente que uno quiere aunque no tanto a uno.

El pela ido y vuelto a venir me dijo:- Sabes Santha es que yo no puedo unir mis efectos con mis causas-

Lo mire y entendimos todo, todo. En ese momento supe que el Pela se estaba metiendo por la ventanilla de las frases que me acompañan en la ruta por la que ando siempre. Me la quiso regalar dijo - Es tuya Santha-, pero no Pela gracias, gracias por volar conmigo.