jueves, 14 de agosto de 2008


Ya tengo una casa a la que querer volver
por las noches y los días.
También hay un sol que te busca de lleno
por las baldosas del comedor,
por las paredes de la habitación-nido
Ya tengo una casa
que te espera para que la bañes con tu risa,
para que la acaricies con tu acento.
Un departamento desnudo
que pide a gritos que enciendas la cocina
para vestirse de olores.
Un techo somnoliento
que espera tu aliento, para respirar
Y un balcón sin flores
que se asoma conmigo a la calle
para verte llegar.
Ya tenemos una casa,
nuestra casa.

1 comentario:

Iria dijo...

Tenemos una casa que queda cerca de Sudestada...mmm...lemon-thai para beber. Y del Trapiche. Y de esa vía de tren con puestos de fruta en las entrañas...Mu!