jueves, 17 de julio de 2008


Cuando los gatos negros se daban la vuelta para que yo no pase delante de ellos supe que algo no andaba bien, sin embargo el resto, lo que vino, lo inevitable, la diarrea de malos entendidos, los silencios sin voz ni voto, sin vos.
Cuando me di cuenta que los paraguas no querían abrirse dentro de mi casa, ya era tarde, ya habías escuchado a los aprovechadores de naufragios, ya te había ido mejor sin mi que a mi conmigo ya se te veía buscando esposa, socio y reías a diente lleno. Para cuando los martes hacian todo lo posible para que no me embarque en ellos yo ya me lo había visto ir, ya me lo había masticado como grumo de arroz, como arena en el sanguche en la playa.
y ahora que importa que no estés, que importa que todo este bosque warhol lleno de otoño no se deja tocar.

6 comentarios:

alina dijo...

hay algo que me gusta de sus textos, dejan un no se

Personalidad Hiper Susceptible dijo...

aca estoy yo.

Anónimo dijo...

LLamado a la solidaridad:

Seria mucho pedir una actualizacion? Es que no duermo bien de noche sin el cuentito correspondiente.

Hagame el favor querida Nariz! Que por un solo derribo tampoco se cierran las cosas.

Sol

Anónimo dijo...

donde andará el hombre manos de cliché?

Iria dijo...

Conmigo.

Anónimo dijo...

asi que la nariz se fue de viajee??
cuando vuelve Fede??
besooos!