martes, 27 de septiembre de 2011

Cáctus




Siempre me ha sorprendido la facilidad que han desarrollado algunos amigos para aprender a viajar en el tiempo, estudiar una carrera o formar una familia.

Yo por mi a parte debo reconocerme que acepto ràpidamente los cambios, a viajar en metro en vez de subte, a decir pimiento en vez de ajì y a llorar todo de corrido, sin respirar y sin soltar una sola lágrima.

1 comentario:

C.E dijo...

Qué groso: el hombre manos de clichés