sábado, 6 de agosto de 2011

Si el avión se cae, todo alrededor sube.



- Todos los perros van al cielo, quedate tranquilo.- me dijo mientras el avión comenzaba a llenarse de humo en el aire. Lo miré y pensé: la puta madre! ¿hasta en la última de todas te vas a cagar de risa?. Le pamié la cara, nos quitamos los cinturones de seguridad y nos abrazamos, me apreto muy fuerte el hombro y me dijo - gracias por todo-, yo también le dije algo,pero que fue solo para él. Luego se hundiò en la ventanilla con la tranquilidad de quien espera que el avión aterrice. Yo un tanto aturdido por los gritos de todos los pasajeros me concentraba en el pasillo y pensaba que la gente que no sabe vivir, tampoco sabe morir. Una azafata pasó a mi lado llorando, seguida por el comisario de abordo. Perdìamos altura rápidamente tal vez por la averìa, tal vez por una maniobra de último momento del piloto. Pronto nos pusimos muy cerca del océano,estaba despejado, era un día hermoso para morir.

No hay comentarios: