martes, 15 de mayo de 2012
La llamada
Lloraba en el teléfono su interminable tanguito de los sueños rotos y la desdicha simbiotica..
Desde hacía seis meses estaba metida en una relación a mis espaldas y yo como el cornudo de la fiesta que sin poder responder nada, escuchaba los detalles de sus excusas:
Vos no sabés lo dificil que es para mi, que esto es más dificil para mi que para vos, que no te imaginás lo feo que es estar desnuda abrazada a él y ver tu cara en la oscuridad increpándome.
De pronto oigo a través del tubo como él entraba a la casa, le daba un beso, le preguntaba algo. Tengo que irme me dijo, lo siento.
Me imagino, fue lo único que alcance a decirle antes que me corte.
El odio se me sumo a las ganas de mear, había tomado mucho mate corrigiendo unas pruebas y medieron ganas de mearles el colchon, mearlos a los dos mientras dormian yo todavia tengo las llaves de su casa pensé.
Por suerte el viaje era largo así que me metí al baño a buscar en los azulejos mas altos alguna respuesta mientras me vaciaba.
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