viernes, 10 de julio de 2009
Subversiva
La poesía
cuando llega
no respeta nada
Ni padre ni madre.
Cuando llega
de cualquiera de sus abismos
desconoce el Estado y la Sociedad CIvil
infringe el código de aguas
relincha
como puta
nueva
frente al Palacio de la Alborada
Y sólo despues
reconsidera: besa
en los ojos de los que ganan mal
acuna en brazos
a los que tienen sed de felicidad
y dejusticia
y prometeincendiar el país.
Ferreira Gullar, Poema sucio/en el vertigo del dia
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1 comentario:
quememos todo: yo sólo quiero gritar mi nombre
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